Registro fósil, evidencia de la evolución
Diversas evidencias han sido aportadas por investigaciones de distintas disciplinas
científicas, tales como la anatomía, la biología del desarrollo (ciencia que estudia
los cambios desde la formación del cigoto hasta la vida adulta) y la paleontología.
En la corteza terrestre se pueden distinguir “capas” o estratos horizontales.
Los estratos más profundos son más antiguos que los más superficiales.
La paleontología es una rama de la ciencia que estudia la vida en las eras pasadas.
Esta disciplina ha hecho sus aportes a la teoría de la evolución, a través del estudio
de fósiles encontrados en distintos estratos de la corteza terrestre. Los restos fósiles han aportado mucha evidencia, debido a que al comparar fósiles “antiguos” con
seres vivos actuales, pertenecientes a la misma especie o a especies del mismo grupo, se ha podido explicar parte de las transformaciones ocurridas en los organismos a través de extensos períodos de tiempo. Además, los restos fósiles constituyen evidencias de que en el pasado, y en diferentes períodos, existieron especies
que no están presentes hoy, las que se conocen como especies extintas.
En ocasiones, cuando el registro fósil de un grupo de organismos de especies cercanas
es bastante completo, los fósiles pueden ser utilizados para deducir la historia evolutiva de las especies actuales. Por ejemplo, la línea evolutiva del caballo moderno Equus
sido propuesta a partir del abundante registro fósil encontrado. Los fósiles obtenidos en estratos más superficiales presentan mayor similitud a las especies actuales.
Línea evolutiva del caballo
moderno (Equus), ha sido
propuesta a partir del
registro fósil encontrado. Se
observa que la evolución de
la forma de la pata
delantera y del tamaño
corporal ha sido gradual.
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