Tema: Evaluación, poder, regulación y motivación.
Objetivo: Analizar el papel de la evaluación en la educación y su relación con el poder, así como también la función que puede cumplir para regular o autorregular el aprendizaje de los estudiantes y su contribución a la motivación para el aprendizaje.
Elaborado por: Lcda. Gabriela Mishelle Muñoz Troya. (gmmunozt@ube.edu.ec)
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Relación de la evaluación con el poder.
El poder que la evaluación trae consigo viene de su valor social, a partir de lo que se considera valioso en la sociedad en un contexto sociohistórico definido. Siendo así que, mientras más valor tenga la educación en una sociedad y más escolarizada esté, la evaluación adquiere más valor. Ese poder que tiene la evaluación se sustenta en la capacidad de cómo sus resultados pueden incidir en la vida de las personas: aprobando, reprobando, promoviendo, excluyendo, clasificando, teniendo éxito o fracasando en el contexto escolar frente a la sociedad; tiene incidencia en las aperturas o limitantes de la futura vida tanto profesional y laboral como en la ciudadana de los individuos.
Principales funciones de la evaluación en las que se ejerce el poder.
El poder implícito en la evaluación se ejerce de distintas maneras en las instituciones educativas, desde las formas más sutiles e inofensivas hasta el poder como violencia en el sentido dominante, controlador, autoritario, de control, sometimiento, prohibición, obediencia y represión.
El examen,
como principal referente de la evaluación es considerado como el instrumento de
poder, permite medir el logro de los objetivos, pero a la vez es el arma
fundamental para lograrlo. No sólo es instrumento para medir resultados, sino
que tiene el poder de dirigir paso a paso las acciones
del proceso educativo. A través de él se aprueba o desaprueba el paso a la cultura general, a los valores,
a las habilidades y destrezas
universalmente reconocidas.
Experimentación del poder de la evaluación en base a mi experiencia como estudiante y como docente.
Como estudiante se tiene el rol de ser evaluado en cada proceso de enseñanza y aprendizaje, tanto en los inicios, como en el proceso y en la terminación de un ciclo o periodo lectivo. Constantemente somos parte de la evaluación, no sólo al someternos a ser evaluados, sino también en el sentido de estar sujetos a las disposiciones del evaluador y de la institución.
Como docente se tiene el rol de evaluador, que viene siendo una
posición de privilegio, ya que somos nosotros
quienes tomamos las decisiones de todo lo que es relevante en el aula de clases.
Somos quienes planeamos, diseñamos,
aplicamos, calificamos, registramos,
validamos y damos por legítima la
evaluación. Asumimos la
responsabilidad de ser representantes institucionales del sistema educativo, gestores del currículo y
poseedores del conocimiento, ya que sabemos sobre procesos educativos y
evaluación, lo cual no es cuestionado.
Contribución de la evaluación a la regulación del proceso de aprendizaje.
La evaluación se utiliza como mecanismo de control, inspecciona el conocimiento, la disciplina, otros comportamientos de los estudiantes y el ambiente del aula. Los contenidos de la enseñanza expresados en el currículo son mediados por los docentes. Somos dueños del conocimiento impartido en la escuela y por tanto decidimos cómo mediarlo, cuándo mediarlo y en qué profundidad dicho conocimiento.
Son las instituciones educativas el espacio donde los
procesos educativos y evaluativos
suceden. Es donde
el currículo oficial
y oculto se
materializa, donde las relaciones
de poder surgen,
se desarrollan y
se consuman, donde todas las
variedades de comportamientos, concepciones y acciones se concretan.
¿Puede la evaluación promover la motivación para aprender? ¿De qué forma?
La evaluación sí puede promover motivación para el aprendizaje, debido a
que como seres humanos tenemos la capacidad de constantemente ir mejorando,
entonces al ser sometido a evaluaciones podemos saber qué conocimientos ya
dominamos y a su vez, cuáles debemos corregir o adquirir para mejorar, no solo
en ámbito educativo, sino también en el ámbito profesional.
Referencias bibliográficas:
- Martínez, N. (s.f.). La evaluación como instrumento de poder. Repositorio Digital de la Ciencia y Cultura de El Salvador REDICCES, 22.
- Pereyra. (1994). Globalización y descentralización de los sistemas educativos. Barcelona.
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