En un estudio se descubrió que los efectos nocivos del tabaco pueden transmitirse a través de las generaciones.
El asma es una enfermedad de las vías respiratorias, las
cuales se sensibilizan y pueden reaccionar a ciertas sustancias del ambiente, causando tos y dificultad para respirar.
Generalmente, los niños que están en contacto directo con
el humo del tabaco son propensos a desarrollar asma.
Además, si una madre fuma o inhala constantemente el
humo del cigarrillo durante el embarazo, aumentan las posibilidades de que su hijo pueda presentar esta enfermedad.
Recientemente, se realizó una investigación en niños sanos
y en niños que habían tenido asma durante los cinco
primeros años de vida. Uno de los descubrimientos fue que
si la abuela del pequeño fumó durante la gestación de su
hija, el riesgo de desarrollar asma en su hija y en su nieto aumentaba. Así, cuando la madre del niño estuvo expuesta al
humo del cigarrillo durante su desarrollo en el útero, el niño
estaba 1,8 veces más predispuesto a ser asmático, incluso si no estuvo expuesto al humo del cigarrillo durante su gestación.
Aún más,si la abuela y la madre habían sido fumadoras durante su embarazo, la predisposición del niño a tener asma
aumentaba 2,6 veces.
Una posible explicación es que las sustancias que contiene
el humo del tabaco podrían alterar el material genético de
los ovocitos del feto. En aquellos fetos de sexo femenino,
posteriormente, provocaría alteraciones en los mecanismos
de protección del organismo contra sustancias nocivas, que
desencadenarían una mayor susceptibilidad al asma en los
descendientes.
Para los autores del trabajo, así como para otros científicos,
estos resultados aún no son concluyentes y deben ser con- firmados en futuras investigaciones.
Fuente:
Li, Y. y colaboradores. 2005. Maternal and Grandmaternal
smoking patterns are associated with early chilhood asthma.Chest.
127:1232-1241.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario